Salesianos Algeciras
Una experiencia inolvidable que han podido vivir nuestros/as alumnos/as en Granada
Eran las 4:30 h de la madrugada del miércoles 14 de Febrero cuando nos encontrábamos en la puerta del cole con miles de gusanillos en nuestra barriga. ¡Pero qué nervios! Nos íbamos solos a Granada, sin padres, ni madres, ni abuelos que nos dieran la chapa de dónde ir, qué comer, cómo vestir… ¿Seríamos capaces? Un objetivo teníamos, demostrar a todos que sí, que seríamos capaces de desenvolvernos solos. Bueno, con nuestros profes. Los más valientes, los que nos quieren a reventar para llegar a embarcarse en una aventura tal. Poco después nos recogería Kiko con su superbús. Un tío fantástico y cariñoso, siempre amable y gran conductor. Al poco de salir pedimos a nuestra Auxiliadora que nos acompañara cada día. Bajo la protección de su manto siempre nos sentimos seguros y más tranquilos. Casi sin darnos cuenta, después de algunas canciones, chistes y charletas con nuestros compis, estábamos viendo Sierra Nevada en el horizonte. Paramos en una estación de servicio para recoger nuestros pícnics y entramos en la ciudad de Granada. Allí nos esperaban nuestros monitores, Jesús y Míriam. Con ellos se completaría, junto a nuestros profesores, el equipo perfecto para cuidar cada uno de los grandes momentos que nos esperaban en los próximos días. Al poco estábamos aterrizando en Pradollano equipados cual equipo olímpico para afrontar sus soñados campeonatos de esquí, no sin dejar por el camino algún que otro guante. Disfrutamos del patinaje sobre hielo, telecabinas, roscos, trineos, bicis, guerrillas y muñecos de nieve. Un día agotador pero súper súper divertido. Algunos no habíamos visto nunca la nieve fuera del congelador de casa y os puedo asegurar que es un espectáculo de la naturaleza. ¡Prometo volver! Era hora de bajar de la Sierra y llegaba el momento más esperado, nuestro hotel. ¡De cuatro estrellas!, Hotel Alixares, junto a la Alhambra. Y, por consiguiente, el reparto de habitaciones. Aún no sé cómo lo habían hecho los profes, pero consiguieron que todos estuviésemos con nuestros mejores amigos. ¡Fue muy guay! Una habitación con nevera y TV. Fue genial. Una ducha y ¡al buffet! ¡Qué espectáculo! Había de todo y te podías echar todo lo que quisieras. Los camareros eran muy amables y se sorprendían muchísimo de nuestro comportamiento. Éramos muy ordenados y cuidadosos para no desperdiciar nada de comida. Y para rematar el día, nuestra velada. Canciones y juegos superdivertidos que nos hicieron darlo todo a pesar del cansancio. El día terminó con las Buenas Noches salesianas de Don Ramón, que con un bonito cuento nos explicaba la importancia de dar lo mejor de nosotros mismos, lo que hay en nuestro corazón. Con este pensamiento nos fuimos a la cama para descansar y recuperar fuerzas para el próximo día. A la mañana siguiente paseamos por el centro de la ciudad en busca de la Catedral y la Capilla Real. Fue muy emocionante ver las tumbas de los Reyes Católicos y estar cerquita de mucha de la historia que habíamos estudiado en Science. Rematamos la mañana en la Plaza Bib-rambla donde hicimos algunas compras. Algunos recuerdos para llevar a nuestras familias, bueno, y algún que otro regalito entre compañeros algo más enamorados de lo que pensábamos. Almuerzo buffet, de nuevo en el hotel para coger fuerzas para uno de los momentos más esperados: nuestra visita a la Alhambra. La tan solicitada lluvia nos quiso acompañar a la entrada y nos cayó un buen chaparrón, pero enseguida llegaron los guías, Lola y Jose, ellos nos fueron contando todas las increíbles historias que habían sucedido entre aquellos muros y aquellas bonitos lugares. Sultanes y Reyes nos acompañaron por nuestro viaje por la Torre de la Vela, el palacio de Carlos V y los palacios Nazaríes. A nuestra vuelta, cena y, como llovía, cambiamos nuestro paseo nocturno por unos juegos llenos de retos y risas. De nuevo, las Buenas Noches de Don Ramón. El día estaba terminando, había que dar gracias por muchas cosas. Don Ramón nos contó un cuento y al momento, casi sin darnos cuenta estábamos abrazándonos unos a otros. ¡Estuvo muy guay! A la mañana siguiente, nos esperaba una interesante jornada en el Parque de las Ciencias. Animales de todas clases, tecnología, el cuerpo humano, robots, música, … Pudimos explorar tantas cosas… Nos hicimos tantas preguntas que no sé si la ESO nos dará para poder dar respuesta a tantas cosas. Espero que sí, pues los profes nos dicen que en la ESO tenemos Biología, Química, Física y hasta podremos hacer prácticas en el laboratorio. Y después de un rico almuerzo y de poder explorar el cielo y sus curiosidades en el Planetario, emprendimos nuestro viaje de vuelta. Teníamos ganas de ver a nuestras familias para contarles tantas cosas, pero sobre todo para demostrarles que habíamos sido capaces. Capaces de aprender mucho juntos y, sobre todo, soñar juntos. Me gustaría dar las GRACIAS a mis profes por hacer posible este viaje que, sin duda, no olvidaremos nunca.